Estas dos bandidas del viejo oeste quisieron robar un banco para seguir con sus fechorías y vida de sexo sin control en otro pueblo, ellas son Lela Star y Molly Stewart, lo que pasa es que el sheriff del lugar pudo con ellas, las encerró y bien pudo culearlas a las dos, de hecho es lo que pensamos que pasaría, ambas esperaban sentir la vara dura del policía pero no, el tipo es algo fome y las dejó ahí encerradas para que reflexionen, las maracas estando algo aburridas se tocaron las tetas, se dieron un besito, pero por dios que comerse las vaginas mutuamente fue lo mejor! se chuparon las almejitas tan rico que se alegraron de estar ahí encerradas.