Lo que pasa es que a esta linda japonesa todavía le falta acostumbrarse a las pichulas occidentales, está muy habituada a coger con picos pequeños, pero una vez que está con un macho occidental a ella le pareció tan curiosa esa verga que no podía dejar de verla y reír, tampoco es que sea una cosa colosal, pero a ella le gustó, le pareció incluso tierna, la empezó a chupar y hasta ese momento se reía, pero cuando se la empezaron a meter por la chuchita es cuando Kotone comienza a sentir cierta brutalidad, la tiene bien peluda pero se la meten con firmeza, quería tula? pues ahí tiene la perra.

A Kotone Amamiya le pareció graciosa la pichula que estaba chupando

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